Los fenómenos alérgicos han aumentado en todo el mundo, incluyendo cuadros provocados por alimentos y aditivos. Las reacciones adversas a alimentos son un motivo de consulta frecuente en pediatría.
La alergia alimentaria es una reacción adversa a alimentos en las que se sospecha o identifica un mecanismo inmunológico.
Los alimentos más reportados como causantes de alergia son las nueces, el maní, el huevo, leche de vaca, soja, trigo, pescados y mariscos. Sin embargo, se puede desarrollar alergia a cualquier alimento.
Por qué se producen
Para el desarrollo de cualquier proceso alérgico es necesaria la interacción de una serie de factores, que incluyen un componente genético y otro ambiental.
Los síntomas pueden aparecer rápidamente, manifestándose a los pocos minutos o incluso durante la ingesta del alérgeno, o de forma tardía, revelándose a los pocos días o semanas de haber consumido el alimento que provoca la alergia.
Las pruebas diagnósticas para determinar los alimentos a los que un niño es alérgico va a depender del mecanismo inmune involucrado.
Cómo tratar este mal
El manejo de las alergias alimentarias es dietético. “Se deben excluir de la dieta, por un tiempo prolongado, los alimentos que causan estas reacciones para así evitar que el paciente vuelva a tenerlas. También hay que prescindir del consumo de productos que puedan provocar alergias cruzadas.
¿Qué hago si mi hijo es alérgico alimentario?
• Consultar con un especialista para tener un diagnóstico claro y contar con un plan de acción ante una reacción alérgica.
• Ser estricto con la dieta. Se deben evitar los derivados –productos que se elaboran con el alimento que ocasiona las alergias.
• Leer los rótulos de los alimentos cada vez que se compran para asegurarse de que no contengan el alimento al que el niño es alérgico.
• Es aconsejable almacenar por separado los alimentos del niño en tratamiento.
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